Skip to content
Los monumentos se usan como reliquias del futuro para validar y preservar una identidad, pero el futuro no es una extensión del pasado. Lo que nos espera es una versión tecno-medieval donde todo el conocimiento almacenado quedará reducido a un acceso premium o simplemente desaparecerá dejándonos la nube (the cloud) en ruinas. Internet está destinado al colapso pero su legado se convertirá en una versión estetizada para la contemplación, un ruinenwerten toda regla. Los humanos, más que reliquias, quedaremos reducidos a tecno-escombros. El futuro no nos necesita, la razón y la vida se someten a la ferocidad de las matemáticas financieras, los algoritmos y la tecnología.
[En proceso]